¿Que es MINDFULNESS?



Mindfulness es el nombre que la medicina y psicología occidental han dado a la antigua práctica budista de la meditación en atención plena.


Mindfulness es la habilidad (y por tanto puede ser aprendida y entrenada) de centrar la atención en el momento presente sin emitir juicios, con una actitud de apertura, interés, cariño y aceptación.

Este prestar atención provoca en el practicante un aumento de la comprensión de la realidad, tanto de sí mismo como de todo aquello que lo rodea. Esta comprensión profunda conlleva un cambio en el marco de referencia del practicante, permitiéndole encontrar nuevos sentidos a las situaciones y generar soluciones alternativas a las que ha intentado con anterioridad sin éxito.


Se desarrolla un estado de presencia, que permite vivir el día a día con mayor plenitud. Se aprende a transformar las emociones negativas mediante la atención, el cariño y la aceptación, en lugar de reprimirlas, así como a generar emociones positivas como la calma, la paz y el amor hacia uno mismo y hacia los demás.
La práctica de Mindfulness nos permite conocer cómo funciona nuestra mente, aprendiendo a percibir los pensamientos sólo como pensamientos, no como reflejos de la realidad. Se convierten sencillamente en formaciones mentales transitorias, con las positivas consecuencias psicológicas que ello conlleva, a nivel de reducción de la estrategias desadaptativas de afrontamiento como la preocupación o la rumiación. El objetivo no consiste en cambiar el contenido mental del practicante, sino el modo en que se relaciona con él.

A nivel neurobiológico han habido hallazgos que sugieren que la práctica de Mindfulness activa y fortalece diversas regiones cerebrales (especialmente la corteza prefrontal) encargadas de los procesos integradores más específicamente humanos, provocando cambios morfológicos duraderos en la corteza cerebral y en los hábitos mentales (Simón, 2007)

En el ámbito de la Salud, esta técnica se ha mostrado eficaz en reducción de estrés en población que sufre de alguna patología médica como Cancer, Sida, problemas dermatológicos, cardiológicos, etc...
La práctica de Mindfulness también ayuda a los pacientes a reconocer sus necesidades de salud evitando así el agravamiento de su enfermedad. Por ejemplo, pacientes con diabetes pueden ser más conscientes de administrarse su insulina, los pacientes con asma pueden ser capaces de detectar más rapidamente las reacciones emocionales que pueden desencadenar un ataque, y los pacientes con obesidad pueden identificar las ansias de comida antes de que el impulso se convierta en un comportamiento compulsivo. 

Incluso, existen estudios que muestran como el aprendizaje y práctica de la meditación basada en mindfulness puede mejorar el sistema inmunológico (Davidson y Cols. 2003).

En la actualidad existen ya diversas técnicas terapéuticas surgidas en la psicología occidental, en las que Mindfulness juega un papel destacado. Las más conocidas son: La reducción del estrés basada en Mindfulness (MBSR: Kabat-Zinn, 2003); la terapia cognitiva basada en Mindfulness (MBCT: Segal, Williams, Teasdale, 2002); la terapia de aceptación y compromiso (ACT: Hayes, Strosahl y Houts, 2005) y la terapia conductual dialéctica (DBT: Linehan, 1993; García Palacios, 2006), utilizada en el tratamiento del trastorno límite de personalidad.